La odisea de Hansi Flick en Montjuïc…
Hansi Flick, el mago alemán del banquillo, se enfrentó a una tormenta de emociones en Montjuïc cuando su equipo sobrevivió a la embestida del Osasuna. En un partido que se desplegó como si de un drama en tres actos se tratase, los jugadores del Barcelona cruzaron la meta con una victoria más en la bolsa, mientras Flick reflexionaba sobre su partida de ajedrez con las estrellas.
La lesión de Dani Olmo fue el villano de la noche, robando escena como un fantasma en plena performance. Flick dijo con resignación: «En este calendario, dos semanas son como dos meses sin postre». Claro, jugar sin Olmo es como ir a un partido sin bocadillo. Pero no todo fue oscuridad; el joven Pedri pasó el brazalete a Gavi, demostrando que la juventud tiene un toque especial.
Sin embargo, el verdadero espectáculo se dio en la grada. «Nuestros aficionados, esos gladiadores en las sombras, son la vitamina C de nuestra temporada», confesó Flick. Mientras tanto, el árduo calendario aprieta: «Podemos ganar mucho dinero pero nuestros jugadores necesitan una siesta». Moraleja: entre lesiones y minutos de gloria, en Montjuïc el espectáculo nunca termina.