Lesiones que duran lo mismo que una dieta milagro…
En el Inter están más nerviosos que un gato en una tienda de cristales, rezando para que Lautaro pueda jugar el martes en San Siro. Aunque, viendo las lágrimas del argentino en Barcelona, parece que ni el mejor mago podría arreglar su muslo izquierdo para entonces. Lautaro sintió una punzada en el muslo como si Hulk le hubiera dado un pellizco, y aguantó hasta el descanso antes de ser sustituido por Taremi, quien seguramente estaba realizando ejercicios de antimagia para entrar al campo.
Mientras Lautaro se quitaba la camiseta como llanto desconsolado, los doctores ya estaban pidiendo cita en el taller de milagros. Todos esperan que tenga una lesión de primer grado, lo que en el idioma de la medicina deportiva es como cuando te dicen que la dieta de la alcachofa dura entre «dos o tres semanas». Y mientras el Inter se prepara a recibir al Sancho Panza del fútbol, Lamine Yamal, en un partido que será una auténtica final de comadres, el entrenador Inzaghi se encuentra con que las lesiones de sus jugadores duran más que el último chicle en la caja.
Ayer, Inzaghi, el filósofo de las lesiones, declaró: «A estas alturas de la temporada, las lesiones no se curan en dos o tres días, pero podrían durar lo que tú tardes en completar un crucigrama de 20 días». Y mientras el Inter planea reservar titulares en su partido contra el Verona, vienen rumores de un Nápoles jugando antes y amenazando con aprobar el Scudetto. Claro, siempre cabe la posibilidad de que sus jugadores sean sustituidos por actores enmascarados para evitar más lesiones, aunque eso convertiría el partido en una ronda de mascarada.