¡A la caza del penalti extraviado!…

Unicornio futbolístico y domador de balones, Jules Koundé, hizo su entrada triunfal en la Kings League Francia como si fuera un evento de la realeza. Comenzó el nuevo torneo llevando su elegancia de pasarela de fútbol, pero parecía que sus botas cayeron víctimas de la misma maldición que las suelas de los futbolistas de dibujos animados. Vamos, que su penalti acabó con más suspense que película de Hollywood, pero sin final feliz.

Su equipo, el 360 Nation, le dijo que viniera a animar un poquito, pero Koundé quiso hacerlo a lo grande. Intentó ejecutar un penalti presidente con más arte que un pintor surrealista. Sin embargo, cuando el balón tocó sus pies, la esperanza acabó siendo más fugaz que un chiste malo de árbitro. Al parecer, quiso colocar el balón con la sutileza con que un chef francés coloca un croissant, pero solo le faltó el cappuccino.

El portero del FC SILMI se disfrazó de lector de mentes y decidió ser el héroe de la tarde, adivinando el destino del esférico con precisión matemática. Koundé disparó con la gracia de quien lanza una tarta a la cara de un payaso, pero el portero le devolvió con un «merci beaucoup» y un cabeceo de sabiduría futbolística. A pesar de ello, el 360 Nation salió airoso en la tanda de penaltis, mientras Koundé pensaba si en su próximo tiro mejor lanzar confeti.