Flick, el maestro de las tijeras culés…

En un rinconcito de Cataluña, donde la paella vuela y las playas arden, Hansi Flick ha decidido darle un toque picante a la pretemporada del Barça, en plan MasterChef, pero sin comida y con balones. Con una receta de 35 jugadores, Flick tiene que decidir cuál de estos ingredientes no termina de darle sabor al plato. Así que, como un chef con 10.000 cuchillos, va a quedarse con solo 26 para irse de excursión a Asia. ¡Que tiemblen Messi y compañía, porque esto suena a Juego de Tronos culé!

El emocionante universo de La Masía está en plena revolución futbolera. Los jóvenes, vestidos con sus mejores botas y más nerviosos que un gato en un desfile de perros, esperan saber si cruzarán los mares hacia tierras lejanas, o si se quedarán en casa viendo anime mientras sus compañeros juegan amistosos bajo el sol de Japón y Corea. Hasta Iñaki Peña y Oriol Romeu están en la cuerda floja: la respuesta de Flick es tan impredecible como el final de una telenovela.

Quizás el pobre Pau Víctor acabe yendo pero solo porque un refuerzo del ataque se perdió camino al campo. La decisión es tan impredecible que hasta los guionistas de Los Simpsons están tomando apuntes. Mientras, el Barcelona prepara la pista de despegue para que, como en un aeropuerto con overbooking, algunos jugadores se queden en tierra antes del vuelo a la tierra del sushi y el kimchi.