El genio del Barça y su lado más tranquilo…

Lamine Yamal, el joven devastador del Barcelona que hace parecer a los defensas como conos de entrenamiento, ha compartido un secreto bien guardado: su superpoder es una buena siesta en su barrio. A sus 17 años y con una sonrisa tan grande como su habilidad para meter goles, Yamal nos cuenta cómo recarga pilas al visitar Mataró, donde sus vecinos han jurado solemnemente «no molestar a la estrella cuando está en modo descanso».

Mientras se preparaba para machacar al Benfica en la Champions, Yamal confesó en UEFA.com que pasar tiempo en su barrio lo motiva tanto como un chute de churros con chocolate en el desayuno. «¡Es mi spa personal!», bromea.

Sobre comparaciones con Messi, responde con humor: «Si Messi tiene 10 balones de oro, yo me conformo con mi colección de cromos». Siguiendo el consejo de Flick, su entrenador, Yamal promete seguir inspirándose en sí mismo y no en las estadísticas, porque al final se juega para disfrutar, no para contar goles como si fueran churros en feria.

Y hablando de goles, ese golazo a Francia en la Eurocopa aún hace que su mamá llore de emoción, incluso más que cuando no tocaba la cama después de bañarse de niño. Y así, entre el barrio, la fama y el fútbol, Yamal sigue demostrando que es humano… ¡aunque a veces parezca un superhéroe!