Ibiza, surf y música antes de la gloria…
¡Houston, tenemos un futbolista en órbita! Resulta que Lamine Yamal ha decidido tomarse unas vacaciones de proporciones épicas, como si hubiera ganado la lotería del descanso. Desde el 8 de junio, se olvidó del fútbol y emprendió una misión de exploración marítima no autorizada. Dicen las malas lenguas que ya ha hecho más millas náuticas que el Cable Mágico del Barça. Su periplo estelar lo llevó primero a Sicilia, donde intentó convencer al volcán Etna de que se hiciera barcelonista, luego a Río, donde Neymar lo coronó como el nuevo rey del surf, y ahora descansa cual dios griego en Ibiza, hipnotizado por las melodías de Ozuna.
Este joven prodigio no sólo es bueno con el balón, ¡también sabe pasárselo en grande! El chico cerró la temporada pasada protagonizando más partidos que uno de esos culebrones interminables, todo para conseguir la Eurocopa. Ahora, con la mismísima Orejona llamándole a la puerta, Lamine se encuentra en la isla blanca, inmune a las agujetas post-competición y bailando al ritmo de la música como si no hubiera un mañana.
Pero, amigas y amigos, esto no es sólo una historia de sol y playa. No, no. Este muchacho tiene un plan de toda una vida: quiere celebrar sus 18 en Cibeles con la Champions en una mano y el Mundial en la otra. Tal vez haya jugado demasiados partidos de FIFA, pero como dicen por ahí, soñar es gratis. Así que mientras llega el 13 de julio, nuestro héroe de los San Fermines sigue disfrutando sus días de fiesta con más estilo que un gato con botas.