La epopeya del Barcelona-Villarreal…

¡Hola, hola, amigos del cómic balompédico! Lamine Yamal, el artista del dribbling, ha hecho de balones y rivales su lienzo favorito. Fue verlo en la banda derecha, liarse la capa invisible de superhéroe, y empezar a sortear adversarios que caían como fichas de dominó. ¡Y es siempre igual! Como cuando vas a la nevera buscando magia y ahí está, el yogur salvador. Pero ninguno de los pobres defensores del Villarreal supo evitarlo, y claro está, les pintó la cara con un chute con más rosca que un tirabuzón olímpico. ¡Golazo que hasta Stan Lee envidiaría!

El show de las oportunidades también tuvo protagonista en el Rey Lelewandowski. Resulta que, desde su retorno al campo, los goles le son más esquivos que aquel gato calculadora de los memes. Parece que el polaco necesita un GPS para encontrar la portería, porque Kylian Mbappé ya le está sacando más goles que calcetines tienes en el cajón del olvido. ¡A buscar el toque mágico, Lewy!

Y, amigos míos, si pensabas que esto ya era el colmo de la emoción, ¡preparad palomitas! Los Barça-Villarreal son como esas fiestas que empiezan tranquilas y acaban con 26 goles en el marcador y probablemente más confetti que en un desfile de carnaval. Con Fermín López marcando de nuevo, estos duelos son más emocionantes que un culebrón mexicano. ¡Que no pare la pachanga del balón!