Saltando de las canchas a los campos de fútbol…
¡Paren las rotativas! Lamine Yamal, el chico de 17 años que pelea con los defensas como si fueran el mismísimo King Kong, está siendo comparado con Michael Jordan. ¡Sí, sí, como lo oyen! Durante un partidazo del Barça contra el Inter, nuestro joven héroe decidió que el empate era lo suyo, se puso la capa y llevó al equipo a igualar el marcador como quien juega un amistoso intergaláctico.
Se hablaba en ‘La Pizarra de Quintana’ de que este Barcelona, a diferencia de sus ancestros medievales, no lleva una cruz de traumas sobre sus hombros. Lamine, con la templanza de un monje Jedi, se plantó frente a los italianos y dijo: ‘0-2, no te tengo miedo’, logrando dejar a los aficionados comiéndose las uñas más rápido que el Conejo de Pascua repartiendo huevos.
Mónica Marchante y Albert Morén no escatimaron palabras de admiración para este nuevo fenómeno que parece haberse cocido de prisa, como fideos instantáneos. Lamine no solo pide la pelota, ¡la exige con la mirada fulminante de quien va a tirar un penalti en la final del mundial! Sus pases liberaron a sus compañeros tan efectivamente como Moisés abriendo el Mar Rojo, demostrando que ni la juventud ni la inexperiencia lo detienen.