Comparando manzanas, naranjas y… futbolistas…

En el rincón de las tertulias absurdas donde se desatan comparaciones que ni el mismísimo Nostradamus podría predecir, tenemos a un José Luis Sánchez que, con su bola de cristal, nos dice que darle el timón del Barça a Lamine Yamal es como dar la llave del cofre del tesoro al capitán pirata más joven y travieso de la historia. ¡Eso sí es confianza! Mientras tanto, su tocayo Lamine tiene un dilema tan complicado como decidir entre sacar un 10 en el examen de mates o copiar en plena clase. ¿Será el próximo Messi o quizá emulará a Neymar con sus travesuras fuera del campo? ¡La bola de cristal aún no lo sabe!

Por otro lado, en el mundo donde los jugadores son tratados como superhéroes sin capa, se despide Lucas Vázquez del Real Madrid, dejando a aficionados llorando tanto como si se acabara la Nutella en el universo. Ricardo Rosety nos cuenta que Lucas ha sido más importante en las cinco Champions que cualquier otro mortal en su vida cotidiana. ¡No hay lugar para modestos en La Casa Blanca! Y si creías que sobrevivir en el Madrid era difícil, Lucas ha resistido cual roedor de biblioteca ante un examen sorpresa.

Mientras, en el mundo del ajetreado y eterno remodelador Atlético de Madrid, Samuel Fernández predice con tanta seguridad como un meteorólogo frente a una tormenta que Thiago Almada será pieza clave en la pizarra de Simeone. Pero ojo, porque si terminas diciendo «¡Griezmann fuera!», que no te pille fuera de casa con la cazuela de gachas. ¡Eso sí que causa marejada en el Metropolitano! Al final del día, el mercado de fichajes está más lleno de sorpresas que una caja de bombones, y la Liga sigue su curso con más giros inesperados que una novela de detectives.