El joven ‘mago’ pasó de susto a espectáculo…

¡Atención, tribu futbolera! Lamine Yamal, el más joven de la corte blaugrana, salió del estadio Olímpico de Montjuïc con cara de haber pedido un deseo y haber recibido solo la mitad. Yamal es un tipo que entra al campo como quien va de compras un 31 de diciembre: con prisas y con el objetivo bien claro. «Siempre pienso en ganar, por eso estaba algo disgustado», decía, como si perder fuese la kryptonita de Superman, pero en versión futbolera.

Eso sí, el chico es tan valiente que, mientras calentaba, notó que uno de sus aductores estaba de huelga. Pero él, en plan gladiador, decidió que ni un pequeño susurro de su cuerpo iba a apartarlo de pisar el césped. Los doctores le dijeron «tú tira, chaval» y ahí fue, como si llevara alas en las botas. ¡Y menuda rosca mágica! Balón al palo y para dentro, dejando claro que lo suyo no es una simple afición, sino un truco digno de David Copperfield.

«Vamos a dar todo en Milán», promete Yamal como si se tratara de un héroe de epopeya. El mago canterano está convencido de que aún queda mucha magia por ver. Con la seguridad de un ratón que desafía a un león, se marca el objetivo de vencer y alcanzar esa final que les espera lo mismo que el postre tras una buena comida. ¡Que comience el espectáculo!