Una guerra monumental por las entradas VIP…
Joan Laporta, el rey del sofá azulgrana, se envalentonó tanto delante de los periodistas que ya casi le ofrecen dirigir una película de espías de cine mudo. Con la solemnidad de un gato defendiendo su caja del vecino, salió de la comida pre-partido listo para enfrentarse a los marcianos en un duelo, bueno, al Atlético de Madrid, más o menos lo mismo, esta noche en su terreno por la Copa del Rey. Asegura que las polémicas alrededor de sus palcos VIPS son pura coincidencia, como si alguien hubiera dejado en su jardín un maniquí de extraterrestre vestido de árbitro.
El presidente azulgrana, con su capa de superhéroe secándose al viento, aseguró que la batalla no se lucha solo en el campo, sino que también continúa en los oscuros pasillos de mármol de las oficinas. Y parece que LaLiga ha decidido repartir porras y pain au chocolat en el primer despacho que encuentra. El club había fichado a Pau Victor y Olmo sin problemas, pero ahora la liga cambia de opinión, como si olvidara que ya les había dado su bendición. Uno se imaginaría que la Liga tiene una memoria de pez, pero Joan no lo piensa permitir y se apresta a defender su castillo con la violenta furia de un dragón defendiendo sus monedas de oro.
Todo el asunto ha llegado a sus máximas cotas de dramatismo con un comunicado de LaLiga que amenaza con denunciar al auditor del club. Uno podría pensar que estamos a un paso de un culebrón al estilo brasileño, pero con menos samba y más tiki-taka. Los azulgranas han decidido esperar tranquilamente la opinión del CSD, mientras Laporta sopla una bocanada de aire caliente en las velas del barco azulgrana. ¡A ver cómo acaban las aventuras del ‘Caso Olmo’ y si finalmente el CSD da su bendición sin cobrar tarifas por exceso de histrionismo!