El polaco se toma unas vacaciones de récord…
Robert Lewandowski ha decidido que su cuerpo se siente como si hubiera jugado al fútbol en Marte. Y no es para menos: con la energía de un niño hiperactivo tras cinco litros de refresco, ¡ha jugado 52 partidos esta temporada! A sus 36 años, ya se le ven alas en los pies. En LaLiga, lo veremos correr más veces que un gato escapando de un rottweiler, ¡34 encuentros nada menos! No contento con eso, decidió hacer turismo en la Champions, la Supercopa, ¡y hasta en la Copa del Rey! Menos mal que no probó suerte en el curling.
Con el Bayern alcanzó los 51 partidos en la 15-16 como si fuera Akira Toriyama dibujando dragones, ¡pero este año lo superó como si fuera el mismísimo Tic Tacs! En Polonia, para que no se diga que solo juega al sol con los alemanes, también dio piernas como un mutilador del tiempo. Tras repetir 15 temporadas de más de 40 partidos, le ha dicho a su físico, «oye, que yo no soy Terminator, necesito un break». Es justo: cuando un robot necesita aceite, Lewandowski necesita descanso.
No olvidemos que además de pez espada en el campo, se ha coronado como el «goleador del siglo» del Barça, con 42 tantos de potencia. Al Alavés le hizo un sombrero-trick y por los campos de LaLiga ha repartido goles como cartas el Día de Reyes. Así, Lewandowski se despide de esta temporada como quien ha corrido la maratón del universo: «Queridos culés, gracias por aplaudir hasta más no poder. Yo también estoy orgulloso de no haberme convertido aún en una máquina expendedora de aspirinas. Nos vemos el año que viene, cuando las aventuras vuelvan a rodar sobre el césped.»