El Barça inicia su viaje asiático con filosofía…

¡Ahhh, el fútbol! Esa maravilla que nos da alegría, sorpresas y… jugadores filosóficos. Robert Lewandowski parece haber encontrado la paz interior en plenas tierras japonesas, flanqueado por cerezos en flor y entrenos zen. Este sábado, el Barcelona se calzó las chanclas y se metió de lleno en su primera sesión de entrenamiento en Japón. Por allí asomó un Lewy que, entre reflexiones más profundas que las de un maestro Shaolin, reconoció que aún no sabe si este será su último tango con la camiseta culé. Pero no os preocupéis, que él tiene la tranquilidad de un monje tibetano en su cabeza y corazón.

Lewandowski está tan en forma que dice que sus goles son tan necesarios para el Barça como el ketchup en el arroz tres delicias. ¿Y quién puede contradecirle? ¡Ese hombre tiene más tiros a puerta que tu abuela mandando ‘memes’ por WhatsApp! Y ojo, que lo suelta todo con más optimismo que un vendedor de helados en pleno agosto. La temporada pasada fue solo una muestra, pero advierte que este año es el año de «los equipos quieren ganarnos». ¡El Barça se ha vuelto el coco del fútbol!

Mientras tanto, entre halagos a Rashford por jugar mejor que un pulpo en un garaje y a Lamine Yamal por ser un «buen chico» (¡ojo, solo tiene 18 años pero ya levanta más pasiones que un cantante de K-POP!), la tripulación culé parece tener todos los ingredientes para una temporada digna de película de Hollywood. Lewy concluye que no se ha hablado de capitanía, que aquí todos pueden ser como ‘Los Vengadores’: ¡todos unidos para luchar hasta el final! Por ahora, calma y goles como si no hubiera un mañana, que eso es lo que importa (según nuestro profeta Lewandowski).