El delantero resta importancia a sus suplencias…

Robert Lewandowski ha regresado a la selección polaca justo a tiempo para convertirse en el Indiana Jones del fútbol, buscando clasificación para el mundial de 2026 con menos emoción que sacar una buena nota en matemáticas. Tras la marcha de Michał Probierz y la llegada de Jan Urban, el delantero del Barça está listo para enfrentar los próximos retos internacionales. En una rueda de prensa, Lewandowski se mostró relajado como un gato tomando el sol en invierno. «No nos engañemos, estuve lesionado dos semanas», comentó sin drama sobre sus suplencias recientes en LaLiga.

No es el momento para hablar de lo que pasó en junio, cuando Lewandowski casi necesitó un curso de yoga para no estresarse tanto. Ahora se muestra contento por su regreso a la selección, como si le hubieran dicho que le regalarían una semana libre de entrenamientos. Con la vista puesta en el futuro, el delantero sabe que la temporada es larga como una película de robots gigantes peleando: todo puede cambiar en cualquier momento. «Hay que centrarse en el futuro», sentencia Lewandowski, con la seguridad de quien tiene un mapa del tesoro en un juego de aventuras.