Del Barça a los chillidos del Dortmund…

Mateu Morey, joven promesa con más kilómetros que Willy Fog en su gira mundial, pasó de criarse en la academia culé rodeado de genios infantiles tipo Riqui Puig y Oscar Mingueza, a lanzarse al extranjero cual caballero templario en busca de aventuras. Y su destino fue nada menos que el Borussia Dortmund, donde probablemente se curó sus antojos de bratwurst mientras aprendía alemán a ritmo de polka.

En Dortmund sobrevivió cinco temporadas, casi más que Frodo en Mordor, defendiendo los colores amarillos hasta recuperar sus raíces mallorquinas el verano pasado. Allí, entre tanto choque titánico, Morey compartió zapatillas con gigantes como Haaland y Reus, y sumó trofeos a su repertorio, incluyendo una Supercopa que seguramente ahora utiliza de plato para tapas. Entre dragones y campeonatos, su experiencia como lateral derecho en aquellos teutones campos de batalla ha sido toda una épica.

Aunque el Barça hace tiempo es ya un recuerdo, sigue teniendo un ojo en los jóvenes talentos salidos de la Masia, ese taller de Mago de Oz versión futbolera donde se producen nuevos Messis en serie. Morey se muestra emocionado, pero prudente, prediciendo que los partidos de Champions, como los huevos Kinder, son siempre sorpresa tras sorpresa. Aplaude la valentía culé, mientras espera su turno en el eterno juego del futbolista trotamundos. ¡Que siga la saga, caballero del balón!