El DT del Girona bromea sobre su aventura en Montjuïc…

Míchel Sánchez, entrenador del Girona, compareció ante los medios entre risas, proclamando que enfrentarse al Barça en Montjuïc es como entrar a una pastelería en dieta: un auténtico reto. El técnico destacó que Oriol Romeu podría ser Wonder Woman disfrazada, ya que sus lesiones y la «cláusula del miedo» mantienen a todos en suspenso sobre su participación. Y ni hablemos de Bryan Gil y compañía, quienes parecen estar en un congreso global de futbolistas lesionados.

Míchel, con un brillo travieso en los ojos, avisó que el partido contra el Barça será más complejo que encontrar las llaves del coche en un bolso grande. Aun así, sueña con ver a su equipo tan valiente como un gato probando mojarse. Los gerundenses vienen de una sequía de victorias tan duradera como una promesa política, pero buscan sumar como un niño en clase de matemáticas.

«Contra el Barça, la mejor estrategia es esconder el balón y rezar un buen rato», bromeó Míchel. Con el equipo culé liderado por Flick, pararle puede ser más difícil que explicarle a tu abuela qué es Netflix. Sin embargo, Míchel espera que su conjunto sea tan peleón como un mosquito en verano. Así, espera no solo competir, sino pasar un buen rato, entrega en mano y corazón en el pie.