Nico y el mural indestructible…
Era un martes cualquiera en el mundo paralelo del fútbol cuando Nico Williams anunció, como si fuera protagonista de una telenovela mexicana, que se quedaba en su amada tierra rojiblanca. ¿Adiós al Barcelona? Sí, señores, todo gracias a un mural capaz de aguantar más grafitis que una pared en un barrio hipster, y donde Nico ‘firmó’ su eterno amor por el Athletic, como si de firmar en un libro de visitas celestiales se tratara.
Cuenta la leyenda que la cláusula de rescisión de Nico es ahora tan elevada, que los billetes necesarios para pagarla podrían crear una torre más alta que la del mismísimo Eiffel. Y todo porque en un universo paralelo, casi se muda al país de las sardanas, pero finalmente decidió quedarse en casa, donde dicen que su corazón late más fuerte que un redoble de tambores antes de lanzar penaltis.
Este pacto rojiblanco es tan épico que ha hecho llorar a las camisetas vintage de sus fans, las mismas que están listas para una final de Champions como si fuera un capítulo épico de Juego de Tronos. Al son del rugido de los leones y con una lista de logros propia de un videojuego, Nico seguirá siendo el temido velocista que infunde pavor en las defensas rivales. Así que preparen las palomitas, porque el espectáculo Atlético, como el teatro, continuará mientras su mural aguante.