El joven prodigio hacia nuevas aventuras…
¡Atención, aficionados al balompié! Parece que Noah Darvich ha tomado una lección de magia de Harry Potter y va a desaparecer en un santiamén del Barcelona para aparecer en el Stuttgart. Con un contrato hasta 2029, este truco de magia no incluye opción de recompra, así que ni Houdini podría traerlo de vuelta al Camp Nou.
Dicen las malas lenguas que el Barcelona estaba tan emocionado con Noah que no quisieron que ningún otro equipo le echara el guante. Pero, al parecer, Noah fue como ese regalo perfecto de Navidad que nunca llegó a usarse: llegó con 16 años, deslumbrante como un Ferrari rojo en el garaje, pero terminó aparcado la mayor parte del tiempo. Ahora, Stuttgart le abre las puertas como si fuera la alfombra roja de una gala de premios, esperando que muestre su verdadera velocidad en el campo.
A pesar de participar en 25 duelos dignos de un videojuego, nuestro joven héroe jamás logró alcanzar el nivel superestrella de Messi en el Barcelona Atlètic. Aunque entrenó con los grandes, debutar en la elite fue como buscar el Santo Grial. Esperemos que en Alemania, Noah encuentre su propio camino hacia la gloria, como un caballero futbolístico en su armadura más reluciente.