El Barça no suelta la cuerda del monedero…

Agarraos bien los sombreros, queridos fanáticos del fútbol, porque el circo de traspasos del Barça ha llegado a una nueva función. Noah Darvich, el mago del balón y escapista del banquillo, ha asistido hoy en su propia despedida en un giro de trama digno de novela: sale volando hacia el Stuttgart, como si fuera un cohete alemán con destino a las estrellas del fútbol. ¿El motivo? Bueno, las negociaciones parecían más largas que un partido a puertas cerradas, pero finalmente se logró el acuerdo definitivo. Y menuda carrera de obstáculos ha sido para llegar a este punto.

El Barcelona, siempre vigilante, no quiere desprenderse del todo de su joven talento y ha sacado una ingeniosa carta bajo la manga: se queda con un porcentaje de una futura venta. Es como si en vez de soltar la cuerda, solo la aflojasen un poco. Además, tienen derecho de tanteo, es decir, el Barça se reserva la primera fila en cualquier función futura del mercado de pases al estilo «primero sold out, después hablamos».

Darvich llegó a Barcelona en la calurosa pretemporada de 2023, listo para comerse el mundo. Aunque su experiencia con el primer equipo fue más escasa que el agua en el desierto, él corría por el campo filial con la velocidad de un Road Runner. Sin embargo, nunca llegó a debutar con el equipo principal, y ahora se embarca en esta nueva aventura en las verdes tierras de Stuttgart. ¡Que las botas te lleven lejos, Noah!