La épica batalla de Osasuna contra el titán azulgrana…

¡Atención, aficionados del fútbol y coleccionistas de emociones fuertes! Osasuna ha decidido plantarse como un portero gigante en un partido de infantil y no se rinde. Aunque el Comité de Pita Penales de la RFEF haya mandado su queja a paseo, los del Club Atlético Osasuna siguen dando guerra como si intentaran atravesar la Gran Muralla China con un balón de playa. ¡Y hay más! No sólo han apelado, sino que también han lanzado indirectas más afiladas que los tacos de una bota de fútbol nuevo al supuestamente impecable historial reciente del Barça. Porque, claro, mencionar el Caso Negreira es prácticamente pedirle un autógrafo al jugador más implacable del campo. ¿Qué atrapará primero este jueguecito de Ñigo Martínez: la justicia o un montón de chistes malos?

¡Cosas del fútbol! Mientras el Barça calcula trayectorias de balón como si fuera una ecuación de física cuántica, Osasuna está dispuesto a ir más allá que un delantero en fuera de juego. Y es que, al parecer, esos míticos «cinco días» mencionados en las reglas de la FIFA no venían incluidos en el paquete del último partido. Según ellos, la baja médica de Martínez es la excusa que usó el Barça para dejar al jugador disfrutar de un poco de acción antes de que se cumpliera ese tiempo. ¿Qué sigue, contratar a un médico brujo para que confirme la sanación mística? Osasuna no está convencido, y lo demuestra llegando hasta el infinito y más allá.

El Osasuna también señala que el Barça presentó pruebas médicas más confusas que un gol en propia puerta en el último minuto. Al parecer, el expediente parece haber sido escrito en Klingon porque, francamente, ni el mismísimo Holmes lo entendería. Ese parte médico enviado desde un tren expreso directamente a las 2.33 de la madrugada podría tener más giros que un regate de los buenos de Messi en sus mejores épocas. No sabemos si los rojillos conseguirán su tan ansiado gol burocrático, pero seguro que la emoción y las risas están aseguradas en este partido épico fuera del campo. ¡Que no decaiga el humor en las gradas de los tribunales futboleros!