La batalla épica en los tribunales…
Imagínate estar en la esquina, con toda la estrategia desplegada, mirando al rival y de repente ¡zas! Te sale Iñigo Martínez como la carta trampa en el Yu-Gi-Oh del fútbol. Servido en bandeja desde el Olímpico de Montjuïc, nuestro vaquero pamplonés, el Comité de Apelación, ha decidido que la alineación de Iñigo no era tan indebida como que te acuses del robo de tu propio coche. Parecía que la FIFA era clara, si estás lesionado no juegas, pero aquí las normas tienen más giros que un partido de voleibol entre pulpos.
Osasuna, cual detective de película de los 50, se aferró al artículo 5 de la FIFA como quien tiene un tesoro, jurando por todas las croquetas del mundo que el día de marzo era el fallo del siglo. Pero la cosa se complicó al más puro estilo de la telenovela: «Esperanza de la afición rojilla se diluye en el océano del comité» dice la prensa. Es como tratar de pescar sin caña en un torneo de tiburones, apenas queda esperanza, pues el Comité de Disciplina es más duro de roer que un chicle mentolado después de tres días.
Ahora, con más suspense que un capítulo de «Fuga de Lekunberri», queda esperar si los navarros armarán el pollo en el TAD o dará el caso por comido y pelado. ¡Anotan el noveno lugar en su currículum de superhéroes antes de lanzarse a la aventura europea! Habrá que ver si el martes al final saltan al campo con Iñigo o con Indiana Jones. El tiempo dirá, ¡y el público ya está con las palomitas!