Dos bajas y ni un billete a Japón…
Mientras el Barcelona se va de pachanga por Japón, Pau Víctor se ha escapado a Portugal como si de unas vacaciones misteriosas se tratara, ¡pero no! Está ultimando su traspaso al Braga. Dicen las malas lenguas que negocian hasta el precio de las aceitunas en el catering de su presentación. Este joven de 23 años, que parece tener más cambios de rumbo que el viento del Atlántico, firmará un contrato por cinco temporadas y traerá a la tesorería culé algo de calderilla: 12 millones de euros, con tres más en variables, en su equipaje de trotamundos.
Por otro lado, tenemos al pobre Oriol Romeu, que no le dejan ni una silla vacía en el avión. Parece que el Barça le ha dejado con una lista de ofertas como quien elige entre mil tipos de pizza sin gluten, ¡ningún contacto serio todavía! Mientras el resto del equipo entona karaoke en el vuelo a Asia, Romeu ejercita en la Ciudad Deportiva, solo y orgulloso, como el protagonista de un drama futbolístico de sobremesa. A sus 33 años, todavía tiene contrato hasta 2026, pero el Barcelona ya lo tiene marcado como transferible más que un coche de segunda mano.
¡Ah, pero atención! El portero Ter Stegen, que normalmente es más fiable que el Sol saliendo por el este, también se queda en Barcelona. Aunque, su excusa es bastante decente: pasar por el quirófano para arreglar sus lumbares, que deben estar diciendo «basta» después de tantas paradas imposibles y cabriolas al estilo Matrix dentro del área. Y mientras tanto, Hansi Flick y sus 30 futbolistas se preparan para enfrentarse al Vissel Kobe, FC Seúl y Daegu FC, con una sonrisa en la cara y seguramente más de un par de calcetines coloridos en las maletas. ¡Qué empiece el espectáculo en Asia!