El canario desata su magia y es nombrado MVP…
El Barcelona se enfrentó a una montaña tan empinada como una pila de tareas de matemáticas de último momento cuando el Levante acabó la primera mitad con dos goles por delante. Sin embargo, con Pedri en sus filas, el equipo remontó para llevarse los tres puntos que ya se imaginaban en manos ajenas. El joven canario abrió el camino con un gol justo al iniciar la segunda parte, dando al Barcelona las alas de un colibrí con turbo incorporado para alcanzar la victoria.
En la segunda mitad, fue como si Pedri hubiera tomado una poción mágica de talento ilimitado. Dominó el juego con 118 pases acertados, manejando el tiempo como si controlase su propia máquina del tiempo. A pesar de las dificultades en la primera mitad, Pedri ofreció oportunidades de oro a sus compañeros. Al final, no fue sorpresa que se coronara MVP del partido. Parece que para Pedri, ser nombrado el mejor jugador es tan cotidiano como cambiar calcetines: algo habitual pero impresionante.