Pedri levita bajo el hechizo alemán…
En una galaxia no tan lejana, un joven canario llamado Pedri ha encontrado un mentor que podría rivalizar con Yoda. Hansi Flick, el gurú germano, ha hecho lo que Thor hace con su martillo: ha desatado un poder supremo en el joven culé. Ni los superhéroes juegan tanto como Pedri esta temporada. Allá donde vaya, el balón parece perseguirle más que un perrito a su dueño. Para sorpresa de todos, y quizá un poco de su madre, Pedri no para de sumar minutos.
Pero un día el destino le jugó una mala pasada: la gastroenteritis. El omnipresente mediocampista, que estuvo en todos los partidos menos uno, descubrió que también es humano después de todo. Aún así, su envidiable racha continúa. Si sigue así, solo le faltará dirigir el tráfico áereo en su tiempo libre. Y es que el canario está que lo parte: más partidos que el tiburón de Spielberg y más pases acertados que un adivino en plena feria.
Su valor bursátil está más alto que el platillo volador de ET gracias a sus habilidades y la magia de Flick, quien no solo lo considera el mejor en su posición, sino en su religión futbolística. Este flamante chico, que en sus ratos libres podría más salvar delfines que el Capitán Planeta, sigue deslumbrando y volando, muy por encima de las nubes del futbol mundial.