Un córner digno de una película de ciencia ficción…

¡Atención, atención, amados fanáticos del lío y el balompié! En una trama tan enrevesada como una melena despeinada por el viento, nuestro querido héroe brasileño, Raphinha, se enzarzó en un duelo de lenguaje no aprobado por la RAE con el asistente de Gil Manzano. Todo comenzó con un córner más mal señalado que un GPS cascado, y un descuento en el tiempo tan breve como el recreo en el cole. Nuestro protagonista no tardó en expresar su descontento con una oratoria digna de un poeta enfadado, mientras el asistente le recordaba amablemente que no estaba en una ópera para andar chillando.

Al concluir el festival futbolístico, cuando ya el sol casi iba de camino a dormir, Raphinha salió al campo con la determinación de un mosquetero, repitiendo su queja con el estilo de un papagayo intelectual: «Tú eres un maleducado, eres un maleducado». Como si de una escena de película de polis y cacos se tratara, sus compañeros, Lewandowski y Koundé, lo escoltaron para evitar un desenlace al estilo de «Las Crónicas Marcianas». Pero no terminaba aquí la epopeya: nuestro impaciente héroe aún rebotaba como una pelota de ping-pong mientras tachonaba al trío arbitral con palabras indescifrables.

A pesar de los intentos heroicos por parte del arquero Ter Stegen, que intentó llevárselo cual guardaespaldas de estrella del rock, Raphinha continuó con su verborragia. Incluso Hansi Flick, cual pensador alemán del siglo XIX, intentó razonar con él, pero el delantero seguía enfadado como un niño al que le han quitado el último helado del verano. Según la rumorología popular, hubo insultos dignos de un glosario de palabras feas, pero como suele ocurrir en las mejores leyendas, no dejaron huella en el acta ni aparecen en ninguna imagen. ¡El Barcelona-Betis jamás volverá a ser una película de domingo por la tarde!