Ter Stegen, héroe en modo bombero…

Raphinha salió del partido contra el Betis con más furia que un dragón con dolor de muelas. En cuanto Gil Manzano pitó el final, el brasileño estaba listo para un encontronazo que hubiera parecido el guion de una telenovela brasileña. Por más que Lewandowski, en un admirable papel de maestro zen, le hacía señales para salir como si invitara a un gato furioso con una bolsa de chuches, el extremo decidió liberar su rabia con un chute digno de ganar un concurso interplanetario de lanzamiento de balón. ¡Este es el furor futbolístico que no se estudia en las aulas!

No contento con haber enviado el balón a los confines del universo, Raphinha decidió que su próxima víctima sería el colegiado. Fue entonces cuando Ter Stegen, que aguardaba al equipo como si fuera el guardián de los vestuarios, se lanzó en modo bombero al rescate para evitar que el drama siguiera creciendo. La escena parecía un nuevo número del Circo del Sol: el portero alemán sujetando al brasileño que gesticulaba como un experto en charadas. Incluso Hansi Flick intentó calmar al jugador, bromeando después que los gritos iban dirigidos a él. Claro, como si uno gritara «¡Me encanta tu corte de pelo!» en medio de un enfado.

Pero no teman, fans del drama futbolístico, ya que todo quedó en anécdota porque ni un bostezo del enfado se registró en acta. Gil Manzano se limitó a dar carpetazo al espectáculo de emociones diciendo «aquí no ha pasado nada». Y así, la furia de Raphinha será recibida por la historia como un simple recuerdo del día en que su balón casi se inscribió para los Juegos Interplanetarios del 3023. ¡Y menos mal que no fue a mayores!