La revolución arbitral y el drama de los pitidos…

En un giro más emocionante que el final de una telenovela, la rueda de prensa arbitral previa a la final de Copa ha puesto a todo el mundo más nervioso que un gato en una sala de truenos. El Real Madrid y el Barça, con sus poderes mentales combinados dignos de un cómic, han decidido que González Fuertes no es la mejor opción para estar en la cabina del VAR, el lugar donde los árbitros se sienten como dioses con un control remoto.

González Fuertes, en un alarde de sinceridad digna de un héroe épico, ha dicho que los vídeos de Real Madrid TV están sembrando la discordia más rápido que una máquina de burbujas en una boda. Suena en redes sociales como si fueran tambores de guerra, con insultos volando como confeti y amenazas más abundantes que mosquitos en verano. Pero ojo, también dijo algo sensato: los pequeños ángeles que pitan partidos infantiles están pagando el pato.

A pesar de todo el drama digno de una serie de Netflix, el Comité Técnico de Árbitros ha decidido que González Fuertes, cual caballero de brillante armadura, es capaz de seguir adelante. Un poco como Superman; puede recibir críticas, pero siempre vuelve a ponerse la capa del VAR, en este caso. Mientras tanto, el Real Madrid espera que la Federación mande a otro caballero a la aventura, pero de momento, esto queda en modo suspenso.