El drástico giro de tuerca de un Barcelona-Inter…
Imagina un partido épico, Barcelona e Inter de Milán de la Champions 2002-03, con los culés jugando como si les hubiesen puesto alas en las botas. Ganaron 3-0, y Saviola, Kluivert y Cocu parecían más bien tres mosqueteros. Aunque el palco estaba lleno de estrellas que brillaban como focos de discoteca, el verdadero espectáculo llegó gracias a Álvaro Recoba y su zurda de oro. ¡Oh, sorpresa! Esa noche, el valor de su zurda no subió, al contrario, bajó como un balón desinflado!
En un giro inesperado, Recoba mostró el lado oscuro de la fuerza. Dicen que su plan era ser atacante, pero cuando Carles Puyol le robó el balón, a Recoba se le escapó la neurona, y ¡zas! Tachán, una patada voladora con la que podría haber inscrito su nombre en la Federación de Karate. Puyol se levantó como si hubiera visto un mosquito y el árbitro, sin necesidad de VAR, sacó una roja directa tan rápido como un truco de magia.
El uruguayo, más cabizbajo que una avestruz mirando el suelo, admitió después que su pierna se descontroló como un dron fuera de control. En una entrevista, dijo «perdí la cabeza», aunque la cabeza, al parecer, fue lo único que no perdió en ese momento. Mientras su sanción se transformaba en un radiotelescopio mediático, el Inter siguió su camino hasta que, cosas del fútbol, el azar decidió que se lo comiera el Milan en semifinales. La ironía se hizo presente cuando Puyol salió en defensa del ‘Chino’, diciendo que la sanción fue como tener que devolver el balón de una fiesta sorpresa. ¡Menudos personajes, estos futboleros!