El baile de la cuerda en Alcalá de Henares…

El pasado 5 de abril, la Plaza Cervantes de Alcalá de Henares se convirtió en una discoteca con cuerda incluida. 271 valientes se sacaron un as de la manga (y una cuerda del bolsillo) para romper el récord Guinness mundial. Al compás de la música, aquel lugar vibraba más que el subwoofer de un coche con gasolina robada. Sin duda, esta gesta ha puesto a la ciudad en el mapa mundial, no por sus monumentos, sino por su ritmo fibroso y colectivo.

Con la pasión de un entrenador Pokémon y la precisión de un reloj suizo, José Manuel Pinto, ex portero del FC Barcelona, hizo de este evento una sinfonía de saltos y coordinación. “Hemos demostrado que tenemos más sincronización que un coro de grillos en agosto”, comentaron los organizadores mientras limpiaban el sudor de sus frentes llenas de emoción y un poquito de salto troglodita. El método P13Fit no solo entra en el libro, sino que le da una palmadita cariñosa en la espalda al mismísimo Guiness.

Este espectáculo rítmico no hubiera sido posible sin el ejército de ayudantes y entrenadores que, con más entusiasmo que un niño en una tienda de golosinas, guiaron este flashmob de la cuerda. El trío calavera de Miriam, Delia, José, Lolo y Noe lideró la orquesta de saltadores como si fueran los Pitufos bailando una conga. Alcalá de Henares no solo tiene un récord mundial, sino una historia que se contará con risas y saltitos por muchas generaciones.