Flick asegura espectáculo intergaláctico en Valladolid…
¡Oh là là, qué alboroto en el Barça! Hansi Flick, el mago alemán del fútbol, ha decidido hacer rotaciones en su equipo como si fueran un cubo de Rubik. Se ha ido de la mano con la varita mágica y ha conjurado una alineación que hasta los propios jugadores tendrán que repasar un par de veces para reconocerse en el espejo. Dicen que hasta el ceño de Ter Stegen está entrenando para no fruncirse al verse en la portería, después de tanto tiempo en el banquillo, viendo partidos de siesta. Además, el miércoles, se enfrentarán al Inter, y no quieren sorpresas, que ya bastantes sustos tienen con el calendario como si de una montaña rusa se tratara.
¡Que tiemble Valladolid! El Barça llega líder, pero con una plantilla parchada como un jersey viejo. Ausencias por aquí, lesiones por allá y ¡pam! Han llamado hasta al primo del vecino del peluquero para completar la lista. Por otro lado, el Valladolid tiene más bajas que excusas un lunes por la mañana. Pero no les preocupéis, que Hein está listo y en el banquillo ya ha dejado una almohadilla para que descanse su articulación clavicular mientras observa el partido.
Entre tanto percance, apercibidos por aquí y por allá, los jugadores van a tener que llevar una calculadora en el bolsillo para no acabar sancionados. Mientras todo esto sucede, los espectadores buscan un asidero para no volar del asiento ¡veremos quién sale al campo con casco de mediático gladiador! Solo el tiempo dirá si las rotaciones de Flick fueron una iluminación divina o un guiño cósmico a las estrellas del fútbol.