Cuando el portero parece una portería…
¿Quién no ha estado en una racha en la que parece que todo va mal? ¡Hasta el pobre Szczesny! Nuestro arquero polaco favorito, ese que parece tener el imán más potente del mundo para los balonazos, está en su momento más estelar: ha encajado nueve goles en los últimos partidos y, por si fuera poco, el Real Madrid sigue allí, como el amigo que no invita pero sigue yendo a las fiestas.
Dicen las malas lenguas que Szczesny es la alegría de los estadios rivales, ya que ha permitido a Mbappé y Tchouaméni tener su cuota de protagonismo, digna de película de superhéroes. Incluso en el Inter y Atlético de Madrid le han organizado fiestas privadas llenas de goles, que ni las mejores discotecas de Ibiza pueden igualar. Y, claro, como cuando pierdes al Monopoly, ahora llega el Clásico, donde el Real Madrid intentará seguir aumentando su colección de balones al fondo de la red.
Con el retorno triunfal de Ter Stegen, el pobre Szczesny no puede tomarse un descanso de «papá portero», ya que Hansi Flick insiste en ponerlo de titular. ¡Eso es confianza ciega! Ahora, la duda es si el polaco podrá romper con su mala racha de goles o si seguirá batiendo récords incomprendidos en el fútbol moderno.