Del sofá de Marbella al Camp Nou…
Wojciech Szczesny estaba tan cómodo en su sofá de Marbella, soñando con ser el Tiger Woods del golf, cuando de repente: ¡BAM! El Barça llamó a su puerta como si fuera un vendedor de enciclopedias. Entonces, Szczesny, con más estilo que un tiburón en un charco, dejó el palo de golf y se calzó los guantes. Increíble pero cierto, en 25 partidos, dejó a más goles a cero que las veces que he encontrado mi móvil a la primera.
Parece que a Szczesny le van los deportes de riesgo. Dice que jugar en el Barça es como ir al gimnasio de los aventureros: sube, baja, da vueltas y créanme, todo en un solo partido. Obviamente, algún que otro error cometió – ¡lo expulsaron en su tercer encuentro! Pero eso no impidió que el polaco se sintiera como un superhéroe en mallas azulgranas, diciendo: «Estoy aquí para atrapar balones, no para ser político». Al menos él se libra de las promesas electorales.
Este portero tiene una relación amor-odio con el tabaco. Con su habitual sinceridad, Szczesny advierte: «Chicos, no me imiten, o acabarán fumando tanto como una chimenea en pleno invierno». Aunque al final del día, él es más honesto que un discurso aburrido de fin de curso. Consciente de su debilidad, nos recuerda que todos somos humanos, y en vez de dar conferencias antitabaco, lo convierte en el chiste de la semana. ¡No lo imites! A menos que quieras unirte al club «Szczesny fumador» en el karaoke.