Resurrección fútbolística del meta culé…

Ay, Ter Stegen, el portero que se rompió más que un cristal al primer toque de Messi en modo enfado de videojuego, está de vuelta. Tras una cirugía que le dejó más piezas de titanio que un robot de película de ciencia ficción, nuestro héroe alemán ha vuelto a los entrenamientos. En la Ciudad Deportiva se le vio trotando con la gracia de un rinoceronte en zapatillas. Rumores dicen que en el quirófano se escuchó «We Will Rock You», con el doctor al ritmo de la canción mientras recosía al mago de la portería.

El bueno de Ter Stegen le da la bienvenida a su colega Szczesny, que ha mantenido la portería más segura que un castillo habitado por un dragón. Ahora la dupla germano-polaca promete una rivalidad épica, digna de una telenovela, en la que esperemos no terminen intercambiando guantes como si fueran cromos. Las expectativas de su vuelta parecen más cercanas que el retorno del Halley, y, aunque el Barça insiste en la prudencia, el aroma de la esperanza se palpa en el ambiente.

Y a todo esto, Raphinha anda por ahí, entrenando tan fresco después de un respiro merecido. El brasileño se preparó para dar la batalla contra Simeone en el Metropolitano, y espera no perder el ritmo de samba bajo el sol madrileño. Mientras tanto, los fanáticos del Barça rezan a las deidades del fútbol para que este vaivén de jugadores y lesiones se tranquilice un poco y los pupilos de Flick consigan volver a danzar sobre el césped como en aquellos tiempos dorados. ¡Qué viva el fútbol y sus giros inesperados!