Font, fútbol y el arte de peinar calvos…

Escchripas y diuréticos, damas y caballeros, porque el barullo en el Barça sigue más emocionante que un partido sin árbitro. Victor Font, el Don Quijote de la política futbolera, ha entrado esta mañana en los micrófonos como quien se presenta a una boda sin invitación. Con una mezcla de aplausos por el fichaje de Joan García y un tirón de orejas por el tratamiento al pobre Ter Stegen, parece que estamos viendo una peli de acción, pero con balones en lugar de balas.

Nuestro querido Ter Stegen, en un giro digno de telenovela, se enteró por la prensa antes de cualquiera de sus ‘amigos’ del club de que podría ser reemplazado. ¡Con quién más le faltaba enterarse, con Rappel! ¿Y ese tal Joan García? ¿Quién es? Pues un chaval más fresco que el viento del norte, al que Font aplaude como si fuera la nueva estrella de rock del fútbol. La economía del club sigue como un coche sin ruedas, mientras Víctor se preocupa porque está el club más en deuda que un universitario comprando libros de texto.

¿Y para poner la guinda en esta turra barcelonista, Font sigue en su cruzada contra todo lo que huele a presidencialismo sin transparencia? Promete que las elecciones serán como un duelo de titanes, un combate épico entre gente con carisma y con… amigos. Entretanto, sus dardos vuelan hacia Deco a la velocidad de una dieta milagro, exigiendo honestidad en fichajes y menos secretos que en la receta de la Coca Cola. Así que, amigos culés, abrid bien los ojos porque el próximo año parece que nuestras elecciones en el Barça van a ser más épicas que el final de un curso escolar.