Tormenta en Barcelona: ¿Se va Ter Stegen?…

Ter Stegen ha cruzado a Alemania listo para defender su honor en la Nations League como un caballero medieval. Imaginaos: porta escudo, espada y, claro está, sus guantes mágicos. Hace gárgaras con estrofas del himno germano antes de saltar al campo, más valiente que un ratón ante una horda de gatos hambrientos. A pesar de tener una pierna medio robótica por sus lesiones, su seleccionador lo llamó, convencido de que puede parar no solo balones, ¡sino también aviones de papel que vuelan sobre el estadio!

Mientras tanto, en el Camp Nou, las noticias vuelan como moscas en una fiesta de frutas. Dicen que el Barcelona quiere reemplazarlo por Joan García, el joven portero del Espanyol. Ter Stegen, tan imperturbable como un semáforo en rojo, respondió con un simpático »¡No me voy a ninguna parte, amigos!». Va a recuperar su nivel justo cuando las temperaturas del termómetro sean tan bajas que se pueda patinar en ellas. Su intención es clara: ser el presidente del club… o algo así.

Desde la oficina de la NBA… digo, del Barça, aseguran que vender a Ter Stegen es más difícil que que Messi gane el concurso de chistes secos. Con su contrato de 20 millones de euretes rellenos de chocolate, sacarlo de allí es más difícil que hacer una barbacoa bajo el agua. Además, Szczesny, el portero remix, ya ha firmado para darle más sabor a la portería junto a Ter Stegen. Entretanto, se calienta el espectáculo por fichar a Joan García, rechazando rivales con técnicas de ninja hispanorromana. Cine y fútbol, todo en el mismo guion de verano. ¡Todo esto mientras el sol sigue cayendo a plomo en el césped del Camp Nou!