El cuento de un millón de goles… no anotados…
Thiago Silva, ese titán del fútbol que a sus 40 años aún juega mejor que muchos de nosotros al FIFA, ha revelado su historia de amor no correspondido con el FC Barcelona. Resulta que el brasileño siempre soñó con bailar la samba en el césped del Camp Nou, pero al igual que muchos de nosotros esperando el aprobado con un tres, sus sueños se quedaron en eso, sueños. Antes de ser rescatado por el PSG, el Barça estuvo a punto de ficharlo, pero el Milan dijo «no, no y no», justo después de haberle prometido 4000 pizzas gratis de por vida.
Como en una telenovela, cuando el Milan cambió de decisión y le dijo «bueno, sí, vete», el tren azulgrana ya había partido hacia otra estación. Para entonces, el PSG ya había desplegado una alfombra roja más larga que la lista de excusas del árbitro, y le ofreció unirse al club. Al menos así consiguió lucir trajes parisinos tan elegantes como los que lleva Thomas Tuchel en el banquillo del Chelsea.
Silva guarda buenos recuerdos de su tiempo en París y, al igual que una colección de cartas de amor de la infancia, no puede olvidarse de su «crush» con el Barça. A pesar de conquistar Europa con el Chelsea y levantar 29 trofeos, todavía siente la espinita de no haber vestido la camiseta azulgrana. Y es que, como dicen, si no puedes con ellos, al menos toma prestado su pase de temporada.