El talento de Modric nos deja con la boca abierta…

Señoras y señores, agárrense de sus asientos y preparen sus palomitas porque el show de Luka Modric está a punto de llegar a su fin. Este centrocampista croata, al que le hicieron un molde y luego lo rompieron, nos regaló una joya en el Santiago Bernabéu que ríete tú de las exhibiciones de arte moderno.

En un duelo que ni para guardarlo bajo llave ni para subir a YouTube en cámara lenta, el Madrid andaba atascado como la cola del supermercado en vísperas de Navidad. Pero ahí apareció nuestro héroe Modric, con su chasis de minibús pero con un cerebro de alta cilindrada, para hacer magia. Paró el balón con el pecho, le guiñó un ojo al balón al estilo Messi, y zas, lo mandó a alojarse en la red desde 30 metros cual boliche invisible.

Si alguna vez han soñado con un gol desde fuera del área al estilo de Oliver y Benji, en el que el balón viaja y viaja y no aterriza hasta que sale del campo, ¡esto fue mejor! Y si los jugadores del Girona se lo soñaron, pues ahora tienen pesadillas con este tipo de golazos.

Lo cierto es que después de una noche de Champions donde el Madrid mostró más músculos que Hulk, en la liga les tocó cuidarse de acabar dormidos en el sofá. Jugaron con más nervios que luces, y aunque parecía que el gol de Modric les daba alas, algunas ocasiones claras terminaron en el limbo. Hasta Mbappé tuvo un par de tiros que no encontraron la red, pero Vini corrió más que un galgo en una carrera y, de tanto tozudeo, encontró el arco.

El entrenador Ancelotti, que parece tener el don de aguar la fiesta con sus predicciones, ya nos avisó de que esta liga se resolverá a lo Hitchcock, en la última vuelta y con todo al rojo vivo. Aunque con partidos entre semana que parecerán sacarina para el título, el Madrid se mantiene fuerte, vitaminado como un batido de proteínas tras enfrentar al City.

El premio para nosotros, los aficionados, es un campeonato que no veíamos tan reñido desde que alguien pensó que juntar a Ronaldo, Messi, Salah y compañía era buena idea. ¡Si los colegiados no nos lo estropean, va a ser para alquilar balcones!