La saga cómica que supera a Richard Pryor…
Queridos aficionados del balón redondo, abróchense los cinturones porque el VAR y los árbitros han vuelto a montar su espectáculo humorístico, tan hilarante que hasta Richard Pryor y Gene Wilder querrían fichar para esta última temporada. Si el VAR salta al terreno de juego, la única evidencia es que estamos a punto de ver un remake de «No me chilles que no te veo». Aquí el espectáculo se inicia con un VAR que invita con cariñosas palabras a «Pepe, el árbitro», a revisar un partido de taquitos danzantes comparables a una danza folklórica. La función sigue en el Real Madrid-Valencia, con un «así no se pita, chatín» en una verónica digna del toreo.
Pero tranquilos que la trama se complica cuando, a lo Richard y Gene, nuestros árbitros deciden ignorar el guion y pasar de las recomendaciones del VAR. El buen José, con la cara de quien acaba de escuchar el chiste del siglo, decide lanzarse al teatro sin intervención tecnológica preguntándose si todo esto es para un penalti, un penalti fantasma o una audición de comedia.
Los diálogos, más propios de un guion de Almodóvar que de un partido de fútbol, ofrecen un festín de informalidades y formalidades sin receta. En este vodevil moderno, las risas están aseguradas, y quién necesita el VAR si los partidos se ganan con una gran ovación, y una pizca de indiferencia hacia aquel que lo mismo te canta un gol que una saeta. Eso sí, queridos árbitros, unos tacos más y podrían conquistar Hollywood, ¡mismo Tour de comedia para el próximo clásico!