El drama del mercado brasileño con tres protagonistas…
Este próximo viernes, 28 de febrero, no solo es el día perfecto para los amantes de la procrastinación, sino también para el Palmeiras, que tiene menos de cinco días para dejar de suspirar por Vitor Roque y finalmente hacer su movimiento. Aunque puede que en Heliópolis vayan a necesitar una suscripción a Netflix para entender esta telenovela del mercado de fichajes.
Resulta que el Palmeiras está cortejando al Barcelona con un cheque de 25 millones de euros, esperando que el 20% de una futura venta sea como un regalito sorpresa dentro de un huevo Kinder. Pero en el Betis aún no han visto ni un euro ni un céntimo ni una oferta escrita en papel reciclado. Hasta no recibir una señal clara —al menos un WhatsApp de parte de alguien— los béticos mantienen a Tigrinho como quien tiene un tesoro guardado.
El Betis, que no quiere jugar a ser Indiana Jones en la Conference League, ve en Vitor Roque una pieza clave, y más tras la llegada del Cucho Hernández que, aunque tiene un nombre muy «cuqui», no ha podido ser el héroe de última hora en la inscripción del torneo. Si Tigrinho se va sin oferta previa, Pellegrini podría verse lanzando dardos al azar para decidir quién será el próximo delantero centro. Muy a lo “Elige tu propia aventura”, con Chimy Ávila como el posible caballero salvador.
Aunque el Cucho ha llegado dispuesto a deslumbrar, el Betis no está por la labor de montar este espectáculo gratis. Necesitan un argumento convincente para dejar a su delantero brasileño partir sobre ruedas a Brasil. Así que, hasta que el Palmeiras o el Barça toquen a la puerta con algo más que promesas, en el Benito Villamarín todo sigue como estaba: con Vitor Roque vistiendo el verde y blanco… al menos hasta que el guion de esta novela dé un giro inesperado.