El VAR en cámara lenta, ¡más lento que una tortuga!…
Si creías que el fútbol no podía ser más emocionante, te perdiste el espectáculo Inter vs. Barcelona en un partido que parecía un episodio de telenovela en la vuelta de las semifinales de la Champions League. Entre goles y tarjetas como si fueran cromos, lo que robó el protagonismo fue el penalti de Pau Cubarsí a Lautaro Martínez transformado por Hakan Çalhanoglu. ¿El invitado sorpresa? Arsène Wenger, quien apareció como un villano de cómic, listo para criticar con elocuencia de maestro de escuela.
Wenger, que ahora se dedica a mirar el fútbol desde un pedestal celestial en la FIFA, ha lanzado una proclama más sonora que el bocinazo de un camión. «VAR y cámara lenta, mala combinación» exclamó, como si estuviera enfrentándose a un villano de película. Según Arsène, el penalti en tiempo real era más limpio que un collar de perlas. ¡Lautaro probó el truquito de moverse como si estuviera en un concurso de baile para forzar el penalti! La próxima vez que le veremos, estará vendiendo neumáticos para autobuses.
Con un análisis digno de un Sherlock del fútbol, Wenger argumentó que Cubarsí llegó primero al balón, como si el defensa tuviera el superpoder de anticiparse al futuro. Si el VAR no hubiera estado en cámara lenta ese día, a Wenger le habríamos visto en la grada protestando con una pancarta que dijera «¡Hagan sus apuestas, apuesto a que el VAR está roto!». ¡Todo un espectáculo que ni Hollywood podría haber escrito mejor!