El Madrid se vuelve un gimnasio con balón…
Imagina tener a dos estrellas de fútbol haciéndose las estatuas en mitad del partido, ¡como si jugar para el Real Madrid fuera un paseo por el parque! Bueno, eso era el problema del equipo de Ancelotti, más conocido como el técnico zen que intenta evitar lanzar maldiciones en idiomas antiguos. Entre Vinicius y Mbappé, parecía una obra de teatro donde todos olvidaron sus guiones. ¡Menos mal que llegó el sheriff Xabi Alonso a poner orden!
El ex-jugador del bigote poderoso ha decidido transformar al Madrid en un equipo de maratonianos. Si no corres, no juegas, y punto. Parece que Xabi ha desterrado la pereza más rápido que un niño dejando los deberes para después del recreo. Hasta el mismísimo Luis Enrique ha tenido que soltar algún hueso, pero admiran el cambio de velocidad fulminante del equipo. Ahora los jugadores corren con tanto sentido como un GPS suizo en la Eurocopa.
Con Xabi, el Madrid se convierte en un multijugador táctico digno de videojuego: un día juegan con tres defensas, otro día sacan un megáfono y vuelven a la defensa de cinco. ¡Este hombre tiene más trucos que un mago barato en el colegio! Eso sí, atención, ya ha dicho que quien no corra será el hazmerreír del Bernabéu. ¡A ponerse las zapatillas, chicos! En otros campos, como el del Athletic, las normas son otras: la cláusula de rescate se convierte en el tema del día. Pero no en este Madrid con más energía que una cafetera en una oficina a las 8 de la mañana.