Lamine Yamal: el cansancio también juega…
Imagínense: Lamine Yamal, al que le faltaba solo crecer un bigote para ser el maratonista del siglo, pide el cambio en el minuto 86 en el partido contra el Borussia Dortmund. No, no tenía una lesión épica al estilo de los gladiadores romanos. Simplemente estaba tan cansado que sus piernas decidieron declararle la independencia, y él, como un hábil diplomático, le rogó a Hansi Flick que le diera un respiro.
En su lugar entró Ansu Fati, quien, cual héroe de telenovela, no había pisado el campo desde enero. La escena fue tan emocionante que ni en el mejor culebrón tendrían un momento tan dramático. La grada de Montjuïc casi se desgasta las manos aplaudiendo al joven catalán. ¡Vaya regreso estelar al campo de juego, digno de película de Hollywood! Y todo esto mientras Yamal, sonriente, pensaba en la siesta que se iba a tomar después del partido.
El espectacular Lamine no solo pidió el cambio con estilo, sino que antes de eso ya había inscrito su nombre en el marcador con un gol. En un partido donde Raphinha y Lewandowski parecían máquinas de anotar, Yamal se aseguró de no quedarse atrás. Viendo el espectáculo, Flick seguro pensó en escribir un libro titulado: «Gestión de minutos para dummies».